Por: Máximo D'Elía Leyton
¿Qué
hacen los medios de comunicación masiva con nuestras mentes?. Nicholas Carr
dice: están erosionando la capacidad de
controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma.
Esto me
remite a una cita de Janne Teller en su libro “Nada” que amplía el panorama,
pues no solo atañe al mundo cibernético sino a todo el acontecer humano. ¿Por
qué finge todo mundo que todo lo que no es importante lo es y mucho, y al mismo
tiempo todos se afanan terriblemente en fingir que lo realmente importante no
lo es en absoluto?
¿Es
importante pertenecer a una red social, a un partido tal , a tal doctrina
religiosa, al equipo ganador, a la compañía multinacional? En esa búsqueda
frenética por pertenecer surge la pregunta: ¿Se pertenece uno a sí mismo? ¿Le
otorgamos alguna lealtad a quien somos? O quizá primero habría que
replantearse ¿Quién soy? ¿Qué me conforma? ¿De qué estoy hecho? ¿ Cuales son
mis necesidades e intereses en este viaje por mi existencia?
¿Lo que
no se publica o no se ve NO EXISTE?
¿Si no
se puede comprobar que estuvimos ahí con un archivo de 500 fotos tomadas en una
hora, es que no existió, es que no será creíble, será dudoso? Ya no existe la
buena fe, o es sinónimo de inocencia idiota. Si todo se apoya en imagen, está a
la baja la imaginación, la confianza, la credibilidad.
Se vive
preocupado por tantos ámbitos a los que no se pertenece y no así aliviado por
no pertenecer a ellos, pareciera que no pertenecer es equivalente a no existir.
El utilitarismo
convierte al globo terráqueo en un gran mercado, donde de una forma u otra todo
se vende o se compra, todos nos vendemos o compramos. Esto nos convierte en una
especie que utiliza un comercio prostibulario para sobrevivir.
La
frustración surge cuando no hay nadie con un ataque de ira que increpe a los
mercaderes de este extraordinario templo que es la tierra.
Pertenecer
quizá será adaptarse a la multitarea a la que induce la tecnología digital, la
cual nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión, contemplación,
profundización que incita a un pensamiento creativo y crítico.
La
multitarea implicada en los múltiples aparatos electrónicos , digitales,
virtuales,
provoca
seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar
en esa información, la consecuencia no solo deshumaniza sino que también
uniformiza, lo cual produce un espacio ideal para manipular las formas de
pensamiento.
Pensamiento
efímero, epidérmico, light, frívolo, y lamento comunicar que sin profundidad no
hay conciencia y sin conciencia no hay claridad.
Paradójicamente
parece haber una carrera encarnizada por pertenecer al mundo de las apariencias
y no al de las verdades. Parece que la verdad, supuesto motor de la existencia,
naturaleza de la conciencia, hoy implica un dolor insoportable, que no se está
dispuesto a aceptar.
Crecer duele, la naturaleza nos lo confirma a cada minuto, maravilloso dolor que nos permite ampliar nuestras facultades humanas, sin embargo en estos tiempos lo único que realmente duele es no pertenecer a un mundo sin dolor.
Crecer duele, la naturaleza nos lo confirma a cada minuto, maravilloso dolor que nos permite ampliar nuestras facultades humanas, sin embargo en estos tiempos lo único que realmente duele es no pertenecer a un mundo sin dolor.
Las
tecnologías transforman la forma de pensamiento de la sociedad. Altos índices
de información insignificante. Nuevas actitudes y comportamientos con tendencia
evasiva, egoísta, abúlica.
Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, pobreza, hambruna, ignorancia, codicia, perversión y una larga lista, impiden que el público se interese por conocimientos esenciales, ocupado en distractores para que no piense. Se aceptan medidas inaceptables de forma gradual. Los comunicadores se dirigen al público como deficiente mental. Utilizan el aspecto emocional por sobre el reflexivo.
Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, pobreza, hambruna, ignorancia, codicia, perversión y una larga lista, impiden que el público se interese por conocimientos esenciales, ocupado en distractores para que no piense. Se aceptan medidas inaceptables de forma gradual. Los comunicadores se dirigen al público como deficiente mental. Utilizan el aspecto emocional por sobre el reflexivo.
Hacer
uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito
en el análisis racional y finalmente al sentido crítico de los individuos. La
utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente
para implementar o insertar ideas, deseos, miedos, compulsiones o inducir
comportamientos.
Auto nuevo-felicidad
familiar. Consumo de pastillas-equilibrio emocional. Cuerpo modelo-rating
carnal.
La gran
negligencia por parte de los encargados de la maquinaria económica, genera un
miedo constante a perder el trabajo, el seguro, la hipoteca, a no pertenecer a
este grupo privilegiado que goza de una “calidad de vida”, de una comodidad, de
un confort.
No pertenecer significa convertirse en un ser marginal, en alguien fuera de, en un mundo donde lo importante es estar inn, es pertenecer a.
Se mantiene al público ignorante y mediocre, estimulan la mediocridad, fama éxito, reconocimiento, indiferencia, ausencia de posición y de ideología. El resultado, un ejercito inconsciente de personas felices y logradas.
La
diversificación de tareas, estar al mismo tiempo, leyendo tres páginas,
hablando y escribiendo, no parece ser un signo donde se refleje que la
población mundial sea más culta o más capaz a nivel consciencia, sino más bien
todo lo contrario.
La
velocidad hoy es un factor vital, parece que el mundo virtual nos permite el
don de la ubicuidad, se pueden “resolver” muchas cosas en poco tiempo, parece
que todo se agiliza, se hace más rápido, y al mismo tiempo, se padece de
escasez de tiempo para sentarse en la banca de un parque a platicar con un
amigo.
La velocidad es un factor tan determinante en las relaciones humanas de hoy, que hay quien ya está convencido de que el eyaculador precoz es el mejor amante de los tiempos modernos.
La
tecnología cambia nuestras normas sociales, influye nuestras elecciones laborales,
sociales, ideológicas. ¿Somos libres? No era que nosotros dominábamos nuestras
creaciones. Si nadie nos obliga a utilizarlas por que nos sentimos obligados a
utilizarlas.
Nuestro sentido de pertenencia está contaminado por la información. Estamos más desinformados que nunca pero queremos convencernos de que creemos lo contrario.
¿Pertenecer
a una red social, a tal o cual equipo es importante?¿ Nos determina como
individuos? Donde queda eso que llaman autodeterminación.
Existe
el mundo de los desconocidos , de los que no pertenecen a lo convencionalmente
aceptado, quizá el que no pertenece a la gran producción, al elenco estelar, a
las estrellas de una calle de cemento, a la antología, etc.
El que no tiene diplomas para llenar la pared, el que no pertenece a todas las redes sociales y no es amigo de la virtualidad tanto como de la humanidad, quizá el que no pertenece a la religión más rica o a la empresa más lucrativa se pertenece a si mismo y nadie lo puede pertenecer.
El que no tiene diplomas para llenar la pared, el que no pertenece a todas las redes sociales y no es amigo de la virtualidad tanto como de la humanidad, quizá el que no pertenece a la religión más rica o a la empresa más lucrativa se pertenece a si mismo y nadie lo puede pertenecer.
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